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Recientemente, se han hecho muchas predicciones con respecto al mercado inmobiliario, y han surgido mitos sobre los posibles efectos del COVID-19. Los signos no siempre son claros y concluyentes: se crean expectativas en cuanto a cifras, se alimentan esperanzas de vacunas y otras curas.

En el mismo orden de ideas, diversos vaticinios difundidos sobre el mercado inmobiliario no se han hecho realidad, sino que, más bien, muchos escenarios que fueron anunciados sembraron un pánico innecesario, sin convertirse en realidad. Aunque es obvio que la pandemia ha provocado y seguirá provocando cambios en las transacciones de compra a corto plazo, quizás no afecte tanto a la larga.

Efectos de la pandemia en el mercado inmobiliario residencial

Las expectativas con respecto al segmento inmobiliario residencial se vieron particularmente afectadas por informes de un mercado en colapso. Sin embargo, hasta ahora no ha habido ninguna señal de que esto sea cierto. Por el contrario, los precios de los inmuebles son estables y en muchos lugares están subiendo.

La debacle de la demanda tampoco se ha materializado. Aunque hubo una disminución significativa de la actividad constructora, se puede observar un efecto de recuperación. La demanda de inmuebles residenciales es tan alta o mayor que en el nivel anterior a la crisis. Esto muestra claramente la gran estabilidad del mercado inmobiliario y atraerá aún más inversores a esta clase de activos a medio plazo.

La gente siempre necesitará un espacio y querrá seguir viviendo, donde quería vivir antes del Coronavirus, solo que sintiéndose más seguros, o en un lugar que considere mejor. De hecho, esta necesidad de desplazamiento post-covid, por diversas y variadas razones, significa claramente una cosa: demanda de inmuebles para comprar o rentar.

¿Cómo ha afectado la pandemia los precios de las propiedades?

Ciertamente, la crisis ocasionada por el Coronavirus ha tenido un efecto medianamente negativo en la comercialización; pero no en la evolución de los precios de los bienes inmuebles: los precios de la oferta de los condominios, por ejemplo, han aumentado en algunas ciudades.

En cuanto a los precios de las propiedades en el segmento comercial e industrial, también se mantienen actualmente estables. Sin embargo, ciertos sectores particulares se han visto más afectados por la pandemia en diversos grados.

Mientras que hotelería, gastronomía y el comercio minorista están pasando por el momento más difícil de la crisis, la demanda de espacio de almacenamiento podría crecer, en vista de las largas cadenas de suministro que deben atravesar ciertos rubros o de los nuevos mecanismos para comercialización y entrega.

En tal sentido, hay tendencia en las empresas manufactureras a establecer sus propios almacenes; lo que podría de hecho aumentar, impulsando así este nicho en el mercado. Por tanto, en la actualidad parece que el mercado inmobiliario se mantendrá estable en cuanto a precios a pesar de la crisis sanitaria global.

Y después del Covid-19, ¿qué ocurrirá con el mercado inmobiliario?

A largo plazo no se reducirá la demanda de espacio vital. Durante muchos años, la demanda de vivienda en muchas ciudades y regiones del planeta ha superado la oferta inmobiliaria. Esta tendencia fundamental no cambiará de manera significativa ni siquiera en la situación actual, ya que las razones de la demanda de vivienda seguirán existiendo: la población aumenta, las personas quieren independencia; eso no ha cambiado.

Por lo tanto, la inversión en bienes raíces es y seguirá siendo en la era post pandemia, una inversión segura. Lo que sí es seguro es que, en una economía de bajo contacto, el mercado inmobiliario se dirige hacia la creación de nuevas estrategias de comercialización, que creen un marco de seguridad para los involucrados en la transacción, asegurando la estabilidad del mercado.