Compratir

El tema psicológico en la compra de una vivienda es muy importante, y se puede conceptualizar de dos maneras diferentes:

  • Un espacio físico para vivir.
  • Un espacio psicosocial de pertenencia.

 

Pero para entenderlo mejor, veamos primero, ¿Qué significa “HOGAR”?

  • El hogar es una idea, un imaginario plagado de sentimientos. El hogar es material e imaginación (Blunt, Dowling, 2006).
  • Un espacio metafórico de emoción y pertenencia (Brickell, 2012).
  • El hogar no se limita a una casa, representa los rincones del bienestar psíquico, investido de significados, experiencias y relaciones que se marcan en el corazón de una persona (Blunt, Valery, 2004).

 

Por lo que reflexionar sobre el hogar es crucial si queremos entender cómo una persona construye su bienestar, su sentido de pertenencia y su seguridad en base a un espacio físico.

 

El psiquiatra y psicoanalista francés Jacques Lacan, postuló tres formas en las que una persona se relaciona con el mundo en tres tiempos lógicos:

  1. EL TIEMPO DE LA NECESIDAD. – La necesidad biológica está condicionada a un objeto y busca su satisfacción.
  2. EL TIEMPO DE LA DEMANDA. – Es la articulación de la necesidad a un otro. Se demanda una respuesta. “Demanda de amor”
  3. EL TIEMPO DEL DESEO. – La condición absoluta en el deseo hace que no pueda ser satisfecho. “El anhelo de amor persiste”.

 

Podemos decir entonces que. –

  • Una casa representa el objeto que satisface la necesidad de cobijo porque se asocia un lugar que brinda el espacio donde puedes refugiarte para alimentarte y descansar. (NECESIDAD DE COBIJO).
  • La demanda entra en juego cuando una determinada necesidad no puede ser satisfecha por el propio sujeto y se tiene que hacer una petición a un otro. (DEMANDA DE VIVIENDA).
  • El mercado competitivo de vivienda cada vez es más complicado, por el tema que hay mucha demanda, pero muy poca oferta y esto hace que una casa se convierta en objeto de deseo, es decir un tesoro sagrado que no está al alcance de todos. (DESEO DE HOGAR).

 

Se dice que, el deseo es una experiencia emocional intensamente apasionada, impregnada de fantasías, imaginación y sueños y puede suprimir los juicios razonables, por lo que deseamos algo pensando que será capaz de transformarnos totalmente y transformar nuestra vida a través de la magia. Con esto podemos decir que la NECESIDAD DE COBIJO Y LA DEMANDA DE VIVIENDA, pueden o no satisfacerse y que en cuánto al DESEO DE HOGAR, siempre habrá insatisfacción.

 

Como conclusión tenemos que, somos personas deseantes, deseamos como si nuestras vidas se basaran en ello. Nuestras vidas giran en torno a intentar alcanzar estos deseos. Nuestros deseos nos esclavizan y nos movilizan.

 

 

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